quarta-feira, 23 de junho de 2010

Sequestro de mentira

Inúmeras vezes consolei pessoas torturadas por falsos sequestradores, dando-lhes apoio e dizendo-lhes que isto é comum e que devemos conservar a cabeça fria para desligar o telefone. Nunca imaginei que eu seria uma vítima e daquelas que embarcam com tudo: desespero, correria até o banco, coração em louca disparada, a imaginação correndo solta e ouvindo nitidamente a voz do filho chorando ao telefone.

Fui torturada por cerca de quarenta e cinco minutos por um bandido, provavelmente muito distante daqui, dono de uma técnica para estraçalhar uma pessoa, inimaginável.

Fui atendida no banco com presteza e profissionalismo, vendo-me paralisada pelo medo, sem saber o que fazer, tendo o telefone celular aberto dentro da bolsa, sendo ouvida na minha movimentação desesperada. Conversaram comigo normalmente, enquanto chamavam meu marido e meu filho. Quando conseguimos contato com o suposto filho sequestrado, tudo acabou.

Senti muita vergonha por ter acreditado em um golpe manjado, corriqueiro, mas, sei que não sou a única, tal o profissionalismo com que a coisa é armada.

Mesmo depois de aliviada, recebendo toda a compreensão dos funcionários do HSBC, o carinho do meu marido e filho, eu não conseguia acreditar que alguém fosse capaz de infligir tal sofrimento a uma pessoa. Não lembro de nada do trajeto de casa até o banco, o que configura um trauma violento, só consigo lembrar do que estava sendo falado ao telefone, das ameaças, do palavreado frio, do requinte das descrições do que aconteceria ao meu filho caso eu não pagasse a quantia exigida.

Quando do registro da ocorrência na polícia, ficamos sabendo de uma outra vítima que, depois de sacado o dinheiro, ao invés de dirigir-se para onde foi ordenado pela bandidagem, foi até à escola da filha, certificou-se de que ela estava lá e pode desligar o telefone.

A tecnologia permite esse tipo de procedimento contra as pessoas, mas não permite que se impeça o uso de celulares dentro das prisões, que é de onde as ligações partem. Somos violentados todos os dias por câmeras de vigilância, por detectores que nos fazem tirar os sapatos nos aeroportos, coisa comum, que ocorreu comigo há poucos dias, mas não são instaladas as ferramentas para que não entrem meios de comunicação nas prisões.

Imagino quanto dinheiro é movimentado em favor de criminosos e os detectores ficam lá, parados, acumulando poeira.

Se alguém quiser me chamar de burra pode fazê-lo, aceito de bom grado. Fui burra, ingênua, a exemplo de um delegado antisequestro de São Paulo, que, mesmo trabalhando com isso, foi obrigado a acreditar na tortura que lhe foi infligida.

O que recomendo, se é que alguém tão passional como eu pode recomendar alguma coisa, é que, caso aconteça algo parecido, desligue o telefone, procure seu familiar, coisa fácil hoje em dia e não alimente essa indústria que conta com nosso despreparo e desespero.

sexta-feira, 18 de junho de 2010

Texto extraído do blog de Luiz Alberto Warat


La mediación para una comunidad participativa

Por Juan Carlos Vezzulla


III entrega


Abordaje de un mediador para una comunidad participativa

En un primer momento, usamos para este mediador el nombre de animador social, siguiendo la denominación portuguesa, considerando que ellos debían “animar”, incentivar a los miembros de una comunidad a participar y a asumir sus propios problemas. Pero el significado distorsionado que la palabra animador recibía, fundamentalmente en Brasil, como presentador de programas televisivos o promotor de fiestas y de diversión, me llevó a usar directamente el nombre de mediador para una comunidad participativa.

La primera cuestión a ser pensada es con que objetivo nos acercamos a una comunidad. Los modelos asistencialistas están tan incorporados en todos nosotros que nuestra aproximación con el objetivo de ayudar ya conlleva la diferenciación entre ellos que necesitan y yo que no necesito.Esa diferenciación promueve un distanciamiento que inhibe el real conocimiento de la realidad de una comunidad.

La única aproximación posible es la de partir del respeto por una identidad que desconocemos. Yo no sé quiénes son ellos, yo no sé cómo son ellos. A partir de esta actitud respetuosa sólo nos queda observar, observar atentamente para descubrir cómo son, sin comparaciones ni juicios.

Aquí debemos hacer una diferenciación entre observar, que es simplemente registrar lo que nuestros sentidos nos informan, e interpretar, conclusión posterior a la observación que nos lleva a dar sentido, intenciones, objetivos y razones a lo observado.

Si realmente queremos saber cómo es o cómo son, debemos observar sin interpretar, dejando para un segundo momento que el trabajo de interpretación sea hecho por ellos mismos.

Esta tarea es semejante a la de diagnosticar. Una cosa es captar, observar una serie de hechos, de información recibida, otra es construir en base a ellos un diagnóstico.

Sabemos que la gran diferencia del mediador respecto a los otros profesionales es precisamente que aquél no busca diagnosticar, sino conseguir que los clientes se escuchen y que a partir de esa escucha y de esa toma de consciencia puedan realizar su diagnóstico, su reflexión sobre el estado de las cosas. Lo mismo debe hacer el mediador al aproximarse a una comunidad, observar, observar y observar para que la comunidad pueda diagnosticarse según sus propios criterios de realidad. (Estos conceptos están extraídos de la descripción aristotélica de catarsis como la depuración de los sentimientos de miedo y de piedad que liberarían al ciudadano.

Este concepto, después tomado por Gramsci, fue aplicado a la toma de consciencia para abandonar la posición “egoístico pasional” individualista.)Es éste el mayor de los respetos, aceptar la elaboración de la información realizada por ellos según sus propios parámetros. Reconocer, aceptando esa elaboración sin dar intervención a nuestros pensamientos, nuestra ideología y nuestros parámetros.

A partir de esa respetuosa aproximación es que podremos facilitar la integración de todos, pues al sentirse respetados es que consiguen participar, incluirse en las discusiones, expresar sus pensamientos y necesidades.

Veamos qué diferente resulta la aproximación cuando es realizada por medio de un modelo que excluye a todos los que no lo aceptan o que no se sienten identificados con él y, que al ser excluidos, encuentran en la violencia el único camino de expresión.

La inclusión, además de favorecer la participación, desarrolla la responsabilidad. Solamente nos sentimos responsables de aquello que es decidido por nosotros. Si ejecutamos lo decidido por otros, la responsabilidad queda a cargo de quien decidió.

Al ser respetados, respetamos. Al ser reconocidos, reconocemos. Reconocimiento y respeto son la base de la cooperación. La igualdad en las diferencias y el respeto a las necesidades y los derechos de todos es la cooperación.

Mayores dificultades
No solamente por nuestras experiencias sino también por la de otros, sabemos que la peor de las dificultades, trátese de Portugal, de Brasil o de México, es conseguir la participación de los ciudadanos en las discusiones sobre la propia comunidad de la que forman parte.
¿Cómo convocarlos? Cansados de ser usados por los políticos, los religiosos, los líderes (bien o mal intencionados) que sólo los quieren como objetos de sus objetivos, como número de seguidores, los ciudadanos están hartos de escuchar. Desean hablar, expresarse, ser oídos.

La acción

La escucha (observación) del mediador, exenta de todo comentario, va creando un cambio, una modificación. Sin promesas ni propuestas, sin planes y sin crear expectativas, alentando a hablar por medio de intervenciones puntuales -a veces resúmenes-_sobre lo que han dicho, resaltando la visión presentada por cada uno de ellos sobre los problemas de la comunidad y la forma de enfrentarlos –lo que propicia que cada persona se sienta cada vez más capaz de atender sus necesidades y de buscar soluciones por sí misma-, y de esta manera es posible conseguir que la ideología derrotista ceda a cada nueva capacidad que va reconociéndose.

Este reconocimiento hecho por la atención y el respeto con que son escuchados les permite desarrollar las habilidades que tienen para enfrentar responsablemente las dificultades.

A partir de este trabajo individual, el mediador realiza la convocatoria a una reunión, ejerciendo la coordinación de esa reunión para que todos puedan hablar, escucharse y finalmente construir una agenda de problemas y de diferentes opciones de solución. Cada nuevo paso los va confirmando en su capacidad de ejercer la autonomía y de resolver lo que los aqueja.

En México, el poco tiempo con el que contábamos nos permitió sólo trabajar con un grupo de aproximadamente sesenta internos, escuchándolos y promoviendo la expresión de sus dificultades. Fueron conducidos a que analizaran las dificultades que ellos mismos ponían a la realización de este trabajo de convocatoria en la prisión, y generalmente eran manifestaciones de incapacidad, de limitación y de impotencia.

Como respuesta a mis preguntas, ellos mismos fueron reconociendo que las limitaciones (fundamentalmente la falta de libertad y de libre movilidad) no les cortaba la capacidad de trabajar sus problemas y sus necesidades. A partir de las propias circunstancias podían crear acciones que les proporcionase una mejor calidad de vida, dándoles solución a los problemas cotidianos.

Si algunos de ellos habían sido capaces de formarse como mediadores y de crear un servicio de mediación entre pares, ¿cómo no iban a poder trabajar en el tratamiento de los problemas de la comunidad aunque no llegaran al servicio de mediación?, ¿cómo no iban a poder convocar, escuchar y animar a sus compañeros para que participativa y responsablemente expusiesen esos problemas y les buscasen soluciones?


Conclusiones

Partiendo de tres realidades diferentes y contando con una base teórica capaz de permitirnos operar seguros de que nuestras acciones respondían a una coherencia entre teoría y práctica, conseguimos alcanzar el verdadero objetivo de la mediación, el de llevar a los ciudadanos la emancipación que conlleva la capacidad de enfrentar y resolver los propios conflictos personales y comunitarios por medio de la participación, la responsabilidad, la cooperación y el respeto.

En síntesis, espero no solamente haber podido presentar unas experiencias que con certeza poco contribuyen a lo ya realizado en la práctica por muchos de nuestros colegas especializados en comunidades, sino que me gustaría haber motivado a los mediadores a que, sea donde sea que realicen su trabajo, no se queden exclusivamente ligados a él sin el cuestionamiento, sin la búsqueda de los correlatos teóricos que sostienen esa práctica y los resultados obtenidos con ella.

Podemos encontrar en el Derecho, en la Psicología, en la Sociología, en la Filosofía, en las Ciencias de la Comunicación y en otras ciencias las bases teóricas que den sentido y orientación a nuestra práctica. Pensar nuestra teoría y nuestro accionar desde todos los terrenos científicos posibles conseguirá consagrar a la mediación como el procedimiento que instaure definitivamente su filosofía como un modo de vida, que atienda a la dignidad de las personas y que influencie a todos los sectores de la sociedad.

Conseguir, en definitiva, que el pensamiento hegemónico no le abra solamente un espacio aparente para después usarla a su servicio, sino que se instituya como paradigma del derecho emancipador y de una realidad social más justa, más armónica, más humana.


Referencias bibliográficas

Baratta, Alessandro. Criminología Crítica y Crítica del Derecho Penal: Introducción a la Sociología jurídico penal. Buenos Aires, Siglo XXI, 2002.
Gotheil, Julio. "La mediación y la salud del tejido social". EnAAVV Mediación una transformación en la cultura, compilado por Gotheil, J. y Schiffrin, A. Buenos Aires, Paidós, 1996.
Gramsci, Antonio. Cadernos do cárcere. Rio de Janeiro, Civilização Brasileira, 1999-2002.Held, David. "Desigualdades de Poder, Problemas da Democracia". En AAVVReinventando a esquerda, compilado por Miliband, David. São Paulo, UNESP, 1997.
Morais, José Luis Bolzam de y Silveira, Anarita Araújo da. "Outras Formas de Dizer o Direito". EnAAVV Em nome do acordo, a mediação no direito, compilado por Warat, Luiz Alberto. Buenos Aires: AlmED, 1998.
Pavarini, Massimo. Control y Dominación. Teorías criminológicas burguesas y proyecto hegemónico. Buenos Aires, Siglo XXI, 2002.
Santos, Boaventura de Sousa.A Crítica da razão indolente: contra o desperdício da experiência (3ª.ed). São Paulo, Cortez, 2001.
Vezzulla, Juan Carlos. Mediação: Guia para Usuários e Profissionais. São Paulo, IMAB, 2001.
________. "Ser Mediador, Reflexões". En AAVVEstudos sobre Mediação e Arbitragem, compilado por Sales, Lilian de Morais. Universidade de Fortaleza, Fortaleza, ABC, 2003.
________. Mediação.Teoria e Prática. Guia para Utilizadores e Profissionais. Lisboa, Ministério da Justiça de Portugal, Agora Publicações, 2003.
________. Mediación con adolescentes autores de acto infractor. Hermosillo, Universidad de Sonora, México, 2005
Warat, Luis Alberto. O Ofício do Mediador (vol. 1). Florianópolis, Habitus Editora, 2001.



Fuente: www.mediate.com

terça-feira, 15 de junho de 2010

FAMÍLIA SAUDÁVEL – SONHO OU REALIDADE?

Nós estamos doentes, consequentemente a família também está. Necessitamos de algo que nos alimente melhor, para que consigamos vigor para os novos tempos, tão desafiadores.

Conseguir famílias saudáveis não pode ser só um sonho, mas deve ser uma meta viável, com propósitos densos, ditados pelas nossas necessidades humanas mais elementares. Devemos cuidar de nós mesmos e cuidar dos outros, sabendo perceber nossa biologia, que, sabiamente, nos convida a ouvir, a ver, a cheirar, a degustar e, principalmente, a sentir na pele, a nós mesmos e aos outros.

Provocar proximidade e contato é uma necessidade primordial, em qualquer idade. Tocar com carinho e respeito é o alimento que nos falta, na medida em que constatamos nossa carência em tocar nas pessoas e de sermos tocados. Somos capazes de proezas inimagináveis, podemos alcançar outros planetas, mas ainda ficamos constrangidos com o contato físico, ainda negamos abraços e beijos a quem vive conosco.

Quanto mais racionais somos, quanto mais estudamos, mais nos fechamos em nós mesmos, mas amigos virtuais angariamos, mais solitários nos tornamos, mais carentes ficamos de intimidade.

Temos à mão fontes de prazer que não custam nada e limitamo-nos a viver assepticamente, sem sentir a pele do nosso amor de toda uma vida, sem sentir o cheiro dos nossos filhos adultos. Fazemos ensaios tímidos com os netos, por medo de estragá-los com nossos mimos.

As famílias felizes têm a concepção de que é bom tocar, de que é bom abraçar, de que é saudável mimar-nos e mimar aos outros. São famílias amorosas, que distribuem todo o carinho que recebem e, sabiamente, generosamente, transcendem seus lares, transmitindo para a sociedade o que vivem.

Devemos parar de olhar para os problemas das famílias, para as famílias que erroneamente chamamos de desestruturadas, mas devemos investigar por que as famílias felizes conseguem driblar tão bem o consumismo, os vícios, conseguindo ser tão gentis e humanamente produtivas.

Certamente nossa investigação mostrará que não há nada de especial, que não há pressupostos acadêmicos, nem necessariamente QIs elevados, mas um potencial amoroso inerente, aprendido lá no berço, lá na intimidade uterina e que acompanha essas famílias pela vida afora.

O contrário também é verdadeiro. Uma família violenta também transcende suas paredes, também leva para fora toda sua desgraça. As escolas são um exemplo do que podemos fazer com nossas crianças. É lá que constatamos verdadeiras contendas físicas e psíquicas, na forma de socos e pontapés e de bullying. Constatamos também, dramáticas disputas por ser mais bonita, mas magra, mais na moda, mais in. Os up estão sempre fora, sempre marginais. Nossas escolas são a vitrine do que acontece dentro das nossas casas.

Ashley Montagu radicaliza quando fala que nossas maternidades foram concebias para servir ao obstetra e não para a mãe, muito menos para os bebês. A constatação é feita para alertar-nos de que devemos ouvir nossa natureza, devemos aconchegar nossos bebês, devemos ficar com a criança junto ao nosso corpo, repudiando assim a distância que os berçários mantém, no momento mais importante de nossas vidas.

Os estudos contemporâneos mostram-nos, que sempre estaremos carentes da proximidade, sempre necessitaremos sentir o corpo das outras pessoas, por mais velhinhos que nos tornemos. Montagu reproduz em Tocar – O Significado Humano da Pele, o bilhete que uma mulher de 90 anos escreve para as enfermeiras:

“VELHA RANZINZA

O corpo em ruínas. A graça e a energia desaparecidas.

Hoje há uma pedra onde antes havia um coração.

Mas dentro dessa velha carcaça, uma mocinha ainda existe.

E vez e outra incha este velho coração.

Lembro-me da dor, e me recordo das alegrias

E estou viva e consigo amar, por inteiro, novamente.

E penso que nada durará.

Por isso, abram os olhos, enfermeiras, abram os olhos e vejam

Não uma mulher ranzinza

Olhem mais de perto. Vejam a mim.”

O sonho de termos famílias felizes é possível desde que façamos do amor algo concreto, palpável e não um lugar comum, cantado em verso e proza, sem substância. Nossas famílias serão uma linda realidade, realizando a máxima de Montagu: “...humanizar-se é viver aprendendo e sendo cada vez mais gentilmente amoroso.”


Publicado na Revista do Congresso Nacional da Escola de Pais do Brasil

segunda-feira, 7 de junho de 2010

Sem compromisso

Estamos vivendo uma semana de vagabundagem, o Mingo e eu. Passeamos pela Avenida Paulista, de mãos dadas, fazemos planos pra amanhã, compramos pãezinhos diferentes, carolinas e pães de queijo, só isso. Estamos sem compromisso, sem horários, sem urgências. Andar de mãos dadas, um passo após o outro é um calmante, é uma volta ao passado, quando fomos namorados. Nesse tempo não sabíamos, nem de longe, a intensidade de uma vida a dois que começávamos, de uma correria pra criar cinco filhos, das corridas o dia inteiro pra levar um pra cá e outro pra lá. Foram anos de colégio, livros espalhados em todos os lugares, enciclopédias pré google sendo consultados, lápis, borrachas, cadernos, idas ao pediatra, ortopedista, cirurgias de garganta e joelhos, machucados bem frequentes, enfim, foi tudo muito corrido e maravilhoso. Corremos tanto que temos a sensação de não termos aproveitado direito, mas, tenho certeza que aproveitamos, ou não estaríamos aproveitando tanto a folga de hoje. Enfim, não ter compromissos é muito bom, mas ter compromissos interessantes é bom também. Ser dispensável é que é triste. Uáááá´!!!!!!!!!! Que sono!

domingo, 6 de junho de 2010

Parada Gay na Avenida Paulista

Acabei de ver um espetáculo magnífico, onde a tônica foi a alegria e a música. Todos os anos observo algo diferente e que me toca profundamente neste evento. Neste ano, havia uma enorme inscrição em um trio elétrico que dizia: UMA INJUSTIÇA NÃO PRECISA DE MAIORIA PARA SER INJUSTIÇA. Fiquei imaginando quantos deles, os gays, ao chegarem à adolescência, foram jogados pra fora de casa, foram desprezados por seus pais; quantos deles sofreram com o bulliyng em suas escolas pelo simples fato de apresentarem um comportamento considerado anormal; quantos deles estão doentes por serem obrigados a viver em guetos; quantos deles viram seus pares sendo mortos por homofóbicos; quantos deles tiveram seus direitos negados por pessoas "de bem"; quantos deles já ouviram: não tenho nada contra a tua "opção", mas fica na tua e não chega perto de mim; e, quantos, ainda bem, estão felizes, vivendo sua vida com dignidade, perto da sua família, sendo acolhidos e entendidos como pessoas que vivem sua orientação sexual de forma saudável, como deve ser. Gostei, de novo! Uma parada gay tem uma forte conotação política e este ano não foi deferente...

sábado, 5 de junho de 2010

Congresso Nacional da Escola de Pais do Brasil

Ainda estou quentinha das emoções, dos abraços, dos contatos tão estreitos e significativos que pautaram o Congresso. Do conteúdo falarei depois, quero aqui e hoje, deter-me nas impressões humanas, no calor que senti logo de saída, por reencontrar meus queridos amigos, angariados nestes últimos anos de tantos Congressos. Foi marcante, depois de uma crise pessoal de desencantos, ver que estou inserida em algo tão grande, que congrega visionários com os pés firmemente pregados no chão, porém, que levitam lindamente em suas utopias de um mundo com mais amor, ou melhor, de um mundo que conjuga o verbo amar com mais inteligência e criatividade. Jamais vou esquecer o abraço caloroso da EP de Praia Grande, cujo destemor ficou ressaltado na fala de sua presidente, uma pessoa corajosa e ao mesmo tempo amorosa e idealista. Jamais esquecerei o carinho com que alguém de Minas Gerais abriu as bandejas ainda fechadas, para que eu pudesse provar de um pedacinho de cada coisa antes do tempo. Os sabores do Brasil foram-nos oferecidos com generosidade, desde a cachaça da Bahia, aos embutidos de Santa Catarina, desde o arroz com pequi de Goiás ao arroz carreteiro do meu Rio Grande do Sul, desde frutas sêcas deliciosas às frutas frescas cultivadas de norte a sul do Brasil. Dançamos embalados por músicas dos anos 60 e 70, junto com pessoas vestidas a caráter e dos outros que, em sua maioria esqueceram de levar roupas adequadas à ocasião. Foram vestidos de bolinhas, saias rodadas, ripongas, cabelos black power e por aí afora. Dancei rock até cansar, cantei até perder a voz, ri até perder o fôlego e fiz coreografias da Xuxa como se tivesse 6 anos. Vi a alegria genuína no rosto dos meus amigos, vi o suor cobrir seus rostos e roupas, enquanto comemorávamos o simples fato de estarmos juntos. Minhas crises e inseguranças diluíram-se, pois vi a força do nosso movimento, vi a necessidade que temos de existir, vi que o mundo está necessitando disso, de jovens e velhos, dançando juntos, estudando juntos, abraçando-se calorosamente em torno de um projeto humanizante e pacificador. Adorei tudo, tudo.

terça-feira, 1 de junho de 2010

Estou feliz!



Olhá só que belo seminário realizamos ontem: Lotamos o Teatro do SESC e mais um pouco. Havia gente sentada nos degraus. Trabalhamos muito, mas fizemos um belíssimo trabalho, o que é motivo de orgulho e gratificação. UFA!