
Trocar idéias é o principal mote deste blog. A possibilidade de interação entre mim e os leitores é algo que me mobiliza, me encoraja e instiga a continuar escrevendo. Mas isso não basta, quero dialogar ao mesmo tempo em que quero monologar, construindo uma base para por em ordem meus pensamentos, em forma de desabafo, em forma de registro, em forma de comemoração, em forma de lamento. Convido-os a que me visitem às vezes, que opinem sempre, que vivam comigo coisas parecidas com ss suas.
quinta-feira, 31 de dezembro de 2009
Suspiros!

terça-feira, 22 de dezembro de 2009
Cozinhando
sexta-feira, 18 de dezembro de 2009
Ciudades sensibles I
- Primera entrega -
Por: Leopoldo Fidyka (*)
“Ciudad sensible, no es la de bellos edificios sino aquella más cerca de los corazones...”
Estructuramos nuestra vida en ciudades, ellas son nuestra casa, nuestro espacio común, lo que nos lleva a la urgente necesidad de repensar nuestra forma de abordarlas, vivirlas, gestionarlas y planificarlas.
Quizás falte algo, quizás se necesite exteriorizar e incorporar los sentimientos: Ciudades sentidas, ciudades que sientan, ciudades que permitan sentir.
El pensamiento por una ciudad mejor, no es nuevo aunque la temática en los últimos años tomo una singular trascendencia.
Ya desde antigüedad surgió la búsqueda por la Ciudad Ideal en procura de las características que debía reunir una ciudad para el desarrollo de los hombres teniendo en cuenta su bienestar físico y sus necesidades sociales.
Desde distintas perspectivas y contextos como Platón, Vitrubio, Al Farabí, Leonardo Da Vinci, Tomás Moro, Le Corbusier, entre muchos otros, reiteran su preocupación por este aspecto, sin embargo, los años pasan y los problemas se acrecientan, por lo que algo estamos haciendo mal, las ciudades permanentemente vienen reproduciendo muros, barreras (espaciales y físicas), degradaciones, desigualdades y exclusiones.
Pero llegamos a este punto, quizás por varios sesgos culturales[1], los cuales serán importante tener en cuenta para hacer efectivo el pleno ejercicio de los derechos humanos y la ciudadanía en clave sensible.
. El individualismo, “del sálvese quien pueda” que deja afuera la solidaridad y la construcción colectiva.
. El racionalismo, como única fuente de entrada para abordar y comprender los fenómenos.
. El antroprocentrismo, de ver al hombre como dueño de la naturaleza, que llevó a atrocidades contra el ambiente y nosotros mismos.
. El economicismo, que solo valora lo medible o redituable desde el punto de vista material.
. La representación "formal" de la democracia como delegación "abstracta", donde se incluye también a los marcos normativos.
. El sesgo masculino-patriarcal de la sociedad contemporánea.
Es decir, el pensamiento fragmentado, instrumental nos llevó por caminos alejados de la sensibilidad. Si entendemos por sensibilidad la facultad de sentir algo, la capacidad de respuesta o la inclinación a dejarse llevar por los sentimientos, llevado esto, al plano exterior o urbano, ciudades sensibles serían ciudades que sienten, ciudades que perciben o incorporan los sentimientos, o ciudades que permiten o facilitan expresarlos.
Se generan “de adentro hacia fuera”, dado que intenta explicitar los sentimientos más sublimes de los seres humanos; “de abajo hacia arriba”, porque se despliega desde la misma ciudad; “de aquí al mundo y del mundo hacia aquí”, porque integra la relación global-local y viceversa, pone en consideración la búsqueda en la identidad pero sin resignar a la apertura y la diversidad cultural.
Una ciudad sensible no permite el sufrimiento, la degradación ambiental, social y cultural. Se piensa con clave de género y de igualdad de oportunidades e integra al todo y a las partes.
Sería una ciudad educadora, saludable, creativa[2] (por eso resultan valiosas las iniciativas que en este sentido se vienen intentando en ciudades de distintas partes del mundo) pero la ciudad sensible debe ir mucho más mucho más allá, por lo tanto también, deberá ser solidaria y afectiva.
Por lo tando se distingue de las demás ciudades y redes que pone su eje en la alteridad, en los encuentros, en los afectos y en la alegría, pero lejos de ser un concepto cerrado, la ciudad sensible, es una idea abierta, progresiva y en construcción.
Continuará...
[1] Más sobre el particular en “Formación en Cultura Democrática”, de Elizalde, Antonio y Donoso, Patricio: documento presentado por los autores en el 1er. Seminario Nacional de Formación Artística y Cultural organizado por el Ministerio de Cultura y realizado en Santafé de Bogotá del 27 al 29 de julio de 1998.
[2] Existen redes internacionales de ciudades educadoras (Asociación Internacional de Ciudades Educadoras AICE) impulsada por el Ayuntamiento de Barcelona cuya sede en Argentina es Rosario; Municipios y comunidades saludables OMS/OPS; y Ciudades Creativas UNESCO.
(*) Abogado y magíster en Dirección y Gestión Pública Local. Proyecto Casa Warat Buenos Aires
Podemos comemorar o Natal, sim!
.jpg)
Ao relembrarmos o nascimento de Jesus, revisitamos seu legado filosófico e pacificador. Mesmo quem não é religioso, mesmo quem não acredita na divindade de Jesus, curva-se ante a sabedoria latente e sempre atual contida nos evangelhos.
Deve ser por isso que todos nós, salvo raras exceções, continuamos a enfeitar a casa, ano após ano, continuamos fazendo das tripas coração para reunir a família e continuamos fazendo comidas gostosas no intuito de compartilharmos mais um ano de nossas vidas.
A pontinha de melancolia que nos acomete nesta época só pode ser explicada, na medida em que temos consciência de que os ensinamentos de Jesus não foram realizados em sua totalidade. Sabemos que sua linda mensagem ainda não nos tornou fraternos o suficiente, pacíficos o suficiente, humanos o suficiente.
Como podemos comemorar o Natal com plenitude, se sabemos de uma criança perfurada por dezenas de agulhas, pois foi submetido a um ritual religioso? Como podemos saborear nossas comidinhas sem que lembremos que milhões de pessoas ainda passam fome? Como podemos abraçar nossos familiares se não conseguimos alcançar os que moram nos esgotos, em prisões superlotadas e fétidas, sob pontes barulhentas? Como podemos trocar presentes se há crianças esperando um Papai Noel que nunca chegará?
Todas essas perguntas remetem-nos à ciranda de corrupção que faz girar vertiginosamente um grande número dos nossos políticos, que oram e riem, enquanto sugam o dinheiro público, feito vampiros que se alimentam do sangue de um povo.
As religiões fracassam ante atos tão escandalosos em nome de alguma divindade, ante pessoas que oram enquanto enfiam dinheiro público em cuecas e meias. Nós todos fracassamos quando, enganados, reelegemos corruptos, num ato cuja responsabilidade é dos candidatos, pois sabem enganar-nos e induzir-nos a acreditar neles de novo, dando-lhes um mandato que deveriam honrar.
O Natal deve ser de esperança e não podemos desistir de aprender com Jesus, que nos ensina sempre a sermos fraternos, livres, comprometidos uns com os outros. A intenção de Jesus ao falar com o povo, não foi a de submetê-lo e torná-lo resignado, esperando que seu sofrimento seja recompensado no céu, mas ensinou-nos a ter altivez e capacidade de combater as injustiças.
Podemos comemorar, sim, desde que, em meio aos abomináveis fogos e rojões, tomemos a decisão de melhorarmos nossas relações com nossos queridos e com o resto da humanidade.
Publicado no Diário da Manhã de 14/12/2009